Altas cargas laborales, estrés,
imprevistos, proyectos delegados a última hora, tiempos de entrega que se
reducen, nuevas faenas con urgencia y prioridad máxima… Os suena, ¿verdad?
Acabar agotado cada día, tener las
fuerzas justas para coger el coche o el transporte público, pasar por el supermercado a comprar la cena y llegar sin energía a
casa para darte cuenta de que no has bebido agua en todo el día prácticamente
con tanto trabajo y reuniones. Os suena también, ¿verdad?
Pues bien, esto segundo no debería.
Contra las altas cargas laborales poco o nada podremos hacer, el ritmo de la
empresa es el que es y las exigencias de superiores y clientes son algo que
difícilmente podremos modelar.
Ahora bien, beber agua y estar
hidratado a lo largo del día es nuestra responsabilidad y debemos plantearlo
como una obligación ineludible. Tal vez no seamos conscientes, pero acudir
habitualmente al dispensador de agua en la oficina es una forma de ganar en
salud, o cuanto menos de mantener la que tenemos. Y es que el agua es esencial
para el correcto funcionamiento de nuestros órganos vitales, y mantener su
consumo por debajo de las necesidades de nuestro organismo puede provocar
serios desajustes en el tiempo que acabarán por pasarnos factura cuando nuestro
cuerpo diga basta.
Seguramente hemos pasado días
bebiendo poca agua en el trabajo y creemos que con beber un par de vasos en
casa por la noche será suficiente. Como en muchas ocasiones, será suficiente
para encarar ese día, el siguiente y las semanas venideras. En cambio, será
insuficiente para hidratar nuestro organismo en el largo plazo, y un día
caeremos agotados presa de nuestra propia inconsciencia.
Muchas oficinas disponen hoy en día
de dispensadores de agua donde rellenar nuestro vaso o botellín para
mantenernos hidratados. Si no tenemos dispensador de agua en la oficina, tal
vez sería una gran idea hacer una propuesta conjunta entre los trabajadores
para que se instale un dispensador de agua gratuita. De no ser así, deberemos igualmente
tener a nuestra disposición una botella de agua en todo momento, por lo que
será en tal caso recomendable traerla directamente de nuestra casa diariamente,
o bien comprar una en el supermercado más cercano a la oficina antes de entrar
a trabajar o aprovechando el parón para el desayuno.
Beber agua en el trabajo no es un
lujo ni muestra que la persona que bebe a menudo no tiene trabajo por hacer,
nunca debemos hacer esta lectura. Beber agua en el trabajo es una necesidad
vital que debemos cuidar para ganar en salud laboral y para cuidar nuestro
organismo.
Autor:
Roger Llorens, licenciado en Administración y Dirección de empresas por la
Universidad Autònoma de Barcelona, completando sus estudios en la Linnaeus
University de Suecia. Especializado en Marketing Online desde 2008, ha
trabajado como diseñador de proyectos de posicionamiento web (SEO y Marketing
de Contenidos), campañas en redes sociales para empresas y pymes (SMO – SMM) y
estrategia online corporativa y comunicativa para varias empresas y startups
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