La hidroterapia es una terapia alternativa muy eficaz para combatir distintos tipos de problemas de salud. Esta técnica consiste en el empleo de agua, la cual se utiliza a distintas temperaturas, ejerciendo presiones de distinta intensidad y en cualquiera de sus estados ya sea líquido, vapor o sólido.
Generalmente en esta técnica se alterna el uso de agua caliente y agua fría en forma de baño o chorros de agua a presión que se aplican sobre las zonas a tratar.
La hidroterapia es una excelente alternativa a la hora de combatir las venas varicosas ya que el empleo de agua caliente permite dilatar los vasos sanguíneos que se encuentran bajo la piel estimulando la circulación en esas zonas.
La hidroterapia es una excelente alternativa a la hora de combatir las venas varicosas ya que el empleo de agua caliente permite dilatar los vasos sanguíneos que se encuentran bajo la piel estimulando la circulación en esas zonas.
Por otro lado, el empleo de agua a baja temperatura causa el efecto contrario: los vasos sanguíneos superficiales se contraen y la circulación de la sangre en el interior de los órganos se favorece.
1. Chorros De Burbujas
En este caso se aplican chorros de agua sobre las zonas afectadas con la presión suficiente para relajar los músculos. Este es uno de los mejores tratamientos para curar todo tipo de problemas circulatorios y mejorar la salud en general.
2. Baños o Duchas de Agua Caliente
Los baños o duchas son un excelente relajante muscular y además permiten que el cuerpo se desintoxique eliminando desechos y toxinas acumuladas. Para este tratamiento, antes de tomar la ducha o el baño, el cuerpo se frota con sal marina a fin de eliminar también todo tipo de impurezas retenidas en la piel, mejorando así su textura.
3. Baños o Duchas de Agua Fría
Los baños o duchas con agua fría son ideales para reducir inflamaciones, hematomas y reducen el flujo sanguíneo. Además el agua fría permite la constricción de los vasos sanguíneos demasiado dilatados, efecto producido por las venas varicosas.
4. Baños o Duchas Alternas
En este caso, los baños consisten en alternar agua caliente con agua fría. Primero se debe comenzar con los baños de agua caliente para finalizar con los de agua fría. De esta manera se favorece a la relajación de los músculos a la vez que se tonifica la circulación de la sangre y la linfa.
Para finalizar se realiza un masaje que tiene como objetivo eliminar todas las impurezas de los poros que se han dilatado gracias a la acción del calor. Luego de este masaje se vuelve a recibir un baño de agua fría que permite que los poros se cierren.
Lo que debe tener en cuenta:
- Si usted se ha inclinado por esta terapia alternativa debe tener en cuenta que a la hora de tomar estos baños el agua debe estar fría, de lo contrario esta técnica no le brindará los resultados que espera.
- Su cuerpo debe estar caliente, nunca se debe aplicar agua fría si se siente con frío.
- El agua debe brotar sin fuerza. Esto significa que usted debe ser capaz de controlar la salida de la misma ya que el chorro de agua no debe salpicar otras partes del cuerpo, únicamente debe tocar la zona a tratar.
- La duración de la aplicación de cada chorro de agua debe ser de 15 segundos en la parte anterior de la pierna y otros 15 segundos para la parte posterior de la misma.
- La frecuencia de la hidroterapia debe ser diaria y la duración mínima del tratamiento es de tres meses para comenzar a apreciar los resultados.
- Para que el estímulo sea progresivo debe seguir un recorrido comenzando siempre por la extremidad derecha, luego pasar a la parte anterior de la misma y; finalmente debe pasar a la parte posterior. Una vez que termine con esta extremidad, pase a la otra pierna.
- La hidroterapia está contraindicada para las personas que padecen cistitis, pielonefritis, mujeres que se encuentran durante el periodo menstrual, ciatálgia en fase aguda y escalofríos.
¿Cómo realizar hidroterapia en casa?
Si usted desea realizar ésta técnica en su casa lo único que necesitará son dos cubos plásticos que tengan la altura suficiente como para que pueda sumergir sus piernas hasta la altura de las rodillas.
Estos son los pasos a seguir:
- Llene un recipiente con suficiente cantidad de agua caliente de modo que pueda cubrir cómodamente sus piernas.
- Por otro lado, llene el otro recipiente con la misma cantidad de agua fría y añádale dos cucharadas de sales de Epsom por cada litro de agua. Otra opción que puede probar es agregar algún aceite esencial para obtener la relajación total de sus piernas.
- Una vez que haya llenado ambos cubos con agua fría y agua caliente, remoje primero sus piernas en el agua caliente por unos tres minutos y luego sumérjalas en el cubo con agua fría por unos 30 segundos.
- Repita este procedimiento unas tres veces terminando en el cubo de agua fría. Lo ideal es que realice este tratamiento una vez al día por un período de un mes para poder comprobar los resultados.
Esto es solo una muestra de la invaluable información que puede aprender en la guía Estefanía Garret “Varices Nunca Más”. CLICK AQUI para conocer el mejor sistema natural para terminar rápidamente con las várices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario