viernes, 16 de noviembre de 2012

Mal funcionamiento del hígado | Señales, síntomas y diagnóstico de mal funcionamiento del hígado


Uno de los problemas que nuestro cuerpo puede enfrentar son los problemas relacionados con el hígado. Los problemas hepáticos parecen casi inevitables, especialmente debido a los diferentes estilos de vida de las personas. El mal funcionamiento del hígado puede ocurrir en personas  con malas prácticas de salud, como el alcoholismo, el consumo de medicamentos y otros hábitos que dañan el cuerpo. El fracaso en el órgano hepático es un signo de deterioro en la función de esta parte del cuerpo. Ciertas enfermedades pueden ser rastreados por el mal funcionamiento del hígado como hepatitis, cirrosis y daño hepático.
Debido a las actividades abusivas en las que nos involucramos el hígado finalmente se rinde y hace que el cuerpo sufra.
Los siguientes son sólo algunos de los signos de mal funcionamiento del hígado que puede afectar a una persona.


  • Debido a sustancias nocivas que entran en el cuerpo, el hígado alcanza un punto en el que ya no puede procesar el producto de desecho de los glóbulos rojos maduros llamada bilirrubina. Este producto de desecho tiene que ser dividido para evitar la ictericia o coloración amarillenta de la piel, una indicación de la hepatitis.
  • Cuando hay mal funcionamiento del hígado, el hígado experimenta dificultad en la síntesis de proteínas que se necesitan en la coagulación sanguínea. Esto sería más como resultado de coagulopatía o la formación de hematomas y hemorragias.

Síntomas y diagnóstico de mal funcionamiento del hígado

Los síntomas de mal funcionamiento del hígado vienen en diferentes signos, y entre éstos están la ictericia, encefalopatía hepática, ascitis e insuficiencia en la salud general del cuerpo. Las personas que sufren de insuficiencia hepática también experimentan otros síntomas como fatiga, náuseas, debilidad y pérdida del apetito. En caso de un mal funcionamiento crónico o severo en el hígado, el deterioro de la salud puede ser dramático y se produce sangrado  gradual. Así, una persona tiende a sangrar o tener moretones con facilidad. La frecuencia de sangrado varía de paciente a paciente. En otras personas con problemas hepáticos, el sangrado puede ser leve, mientras que en otros, los médicos encuentran la hemorragia difícil de controlar. El diagnóstico y tratamiento de la disfunción hepática se realiza generalmente bajo una serie de análisis de sangre para ver qué tan grave es el problema.

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