La
ciencia cosmética, alejada durante años de la naturaleza, vuelve hoy a ella
para demostrar en el laboratorio que muchos de los ingredientes más modernos se
encuentran en plantas que popularmente se han utilizado desde tiempos
ancestrales.
Limpiar y suavizar la piel
Avena para todo el cuerpo
En los últimos años se ha puesto de moda como
ingrediente principal de jabones de ducha, porque su riqueza en proteínas,
vitaminas y minerales, le confiere propiedades suavizantes, nutritivas e
hidratantes que resultan ideales para todo tipo de pieles. Con su harina se
puede preparar fácilmente todo tipo de cremas y mascarillas caseras. Una
aplicación rápida y sencilla, es además también le servirá como tratamiento
adicional, en caso de dermatitis o eczema.
Stop al envejecimiento
Romero, te verde y ginkgo biloba, anti radicales
libres.
El romero se ha utilizado tradicionalmente en la
composición de lociones como reconstituyente de la piel y en el baño para
mantener su frescura, tonificándola e hidratándola. Pero recientes estudios
demuestran se eficacia como preventivo de la oxidación de las grasa, la formación
de oxicolesterol y la posible alteración de las membranas celulares, debido a
su contenido en antioxidantes, que atenúan los daños que causan los radicales
libres.
También el té verde es eficiente en ese sentido.
Sus catequinas de acción antioxidante y prolifelones, protegen los tejidos
corporales de la oxidación.
Por su parte se ha demostrado que los
bioflavonoides del ginkgo biloba bloquean la génesis de superoxido, uno de los
principales radicales libres derivados del oxigeno.
Para nutrir y reafirmar
Palta, jojoba y karite
Hasta hace pocos años, los científicos dedicados a
la investigación cosmética intentaban suplir la perdida de proteína dérmica que
provoca las arrugas con colágenos y elastina de origen animal, pero actualmente
la reemplazan con proteínas vegetales entre cuyas fuentes de extracción comunes
se destaca la palta, la jojoba y el karite. Con estas plantas como base, cuyos
aceites insaponificables han demostrado actuar beneficiosamente sobre el
colágeno aumentando la elasticidad de la piel, se formulan emulsiones grasas
muy nutritivas especialmente indicadas para cutis secos, que también los
protegen de los agentes climáticos.
Contra las estrías
Tepezcohuite y centella asiática
Encontrara los extractos de estas dos plantas en
muchas formulas cosméticas de acción antiarrugas-antienvejecimiento, por sus
propiedades reafirmantes, reparadoras y regeneradoras celulares.
Concretamente el Tepezcohuite es extensamente
utilizado por los médicos rurales de México, desde el tiempo de los aztecas,
debido a sus propiedades antisépticas, revitalizantes y cicatrizantes,
demostrando su eficacia como restauradora y regeneradora de la piel mejorando
las estrías y las arrugas.
La centella asiática se viene utilizando
históricamente en la medicina india y china. También favorece la cicatrización,
gracias a la presencia de sustancias regenerativas, como la alantoina o el
asiaticosido, y de triterpenoides, que parecen estimular la formación de colágeno
y la reparación de los tejidos.
Para los problemas leves de la piel
La clásica caléndula
Por su acción suavizante, calmante y descongestiva,
se utiliza en pieles sensibles, y como tratamiento general de las dermatitis (irritaciones,
escoceduras de la piel…) aliviando rápida y eficazmente. También suelen
encontrarse en la formulación de heridas y preparados calmantes del sol.
Contra el acné
Bardana y tomillo
Puesto que muchas alteraciones de la piel, como el acné, están
relacionadas con los órganos de drenaje (hígado, riñones...), en muchos casos
es necesario depurar primero nuestro organismo.
Para su tratamiento se utilizan principalmente dos plantas: la bardana,
de acción depurativa y el tomillo, de acción antiséptica.
La bardana actúa potenciando la acción de las glándulas sebáceas, que
están más activas durante la pubertad, debido al cambio hormonal, y producen
una mayor cantidad de sebo. Una decocción caliente de raíz de bardana, aplicada
externamente, calma y limpia la piel irritada. Internamente, es un buen remedio
desintoxicante que acelera la eliminación de las toxinas a través de la piel, ya
que provoca sudoración, y combate las infecciones cutáneas derivadas del acné.
Por su parte, el tomillo se utiliza contra el acné como solución
antiséptica, tomado en infusión, actúa potenciando el sistema inmunológico
contra las infecciones fúngicas, virales y bacterianas. Externamente, su
decocción concentrada se utiliza en aplicaciones secantes, especialmente si hay
infección o lesiones supurativas.
Fuente: revista saber vivir.
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