Enfermamos por desequilibrio térmico del cuerpo
Según la doctrina térmica de Lezaeta Acharan, la salud del cuerpo depende de su lucha contra el calor interno de su cuerpo, porque es el único ser de la creación que vive enfermo desequilibrando sus temperaturas, con la cocina que afiebra sus entrañas y con ropas y abrigos que enfrían su piel por sustraerla al conflicto térmico de la atmósfera. Según esto, la salud no se conquista sino que se cultiva cada día mediante el equilibrio térmico del cuerpo.
El estado del enfermo supone fiebre gastrointestinal. Esta fiebre altera la salud y mata porque desnutre e intoxica a sus victimas.
En efecto, la fiebre del aparato digestivo transforma en putrefacción el contenido intestinal, alterando también las funciones de nutrición y eliminación de los pulmones y de la piel. Como el corazón, en su actividad sigue a la temperatura, la fiebre gastrointestinal acelera su ritmo aumentando la frecuencia de la ola sanguínea a los pulmones.
Según esto , el origen de toda enfermedad esta en los desarreglos digestivos que se originan y mantiene por la fiebre del estomago e intestinos del enfermo. Este calor anormal se desarrolla como efecto de esfuerzos prolongados que se ve obligado a realizar el aparato digestivo para elaborar alimentos inadecuados. Se explica así la definición de fiebre, según mi doctrina térmica: ella es fenómeno de naturaleza inflamatoria y congestiva, originado por reacción nerviosa y circulatoria cuando los nervios son irritados o sometidos a trabajo mayor que el normal.
Junto con congestionar las mucosas del interior de su vientre con alimentación innatural, el hombre afemina su piel con abrigos exagerados y vida sedentaria y a la sombra.
Si comemos naranjas u otra fruta cruda, en cualquier cantidad que sea, y observamos el pulso antes y después de esta comida, comprobaremos que no se ha producido alteración apreciable en la actividad cardíaca. Pero si estas observaciones las hacemos antes y después de un abundante almuerzo o cena, en que se han ingerido carnes, conservas, condimentos, dulces y licores, nos llamara la atención el aumento de las pulsaciones que, de 70 que era antes de comer, después de este acto han subido alrededor de 100 por minuto, lo que nos revela el alza de la temperatura interna del cuerpo, porque la actividad cardíaca se acelera con el calor.
Como se origina la fiebre interna
Según Lezaeta la fiebre interna se origina y mantiene por reacción nerviosa y circulatoria originada por prolongado esfuerzo digestivo para elaborar alimentos inadecuados.
Es ley física que todo trabajo desarrolla calor. Mayor trabajo, mayor calor también. Así, si aserramos madera a mano, observaremos que los músculos del brazo progresivamente se calienta y congestionan hasta llegar a hincharse si se exagera el ejercicio.
El mismo fenómeno se produce en el aparato digestivo del hombre.
Ahora, alimentos cocinados a base de productos de origen animal y cadavéricos con aderezos irritantes y todavía mezclados con bebidas alcohólicas, obligan a las mucosas del estomago e intestinos a forzar su trabajo, que se prolonga tres o cuatro veces mas que lo normal. Este mayor y prolongado trabajo se traduce en mayor calor, vale decir, en fiebre gastrointestinal, que favorece la putrefacción de los alimentos y es fuente de venenos que impurifican la sangre, afectando los órganos vitales del cuerpo humano y produciendo diferentes síntomas constitutivos de las diversas dolencias o enfermedades clasificados por la patología.
Bien podemos, entonces, afirmar que, salvo intoxicación con aire malsano, drogas, o inyecciones, los desarreglos digestivos originan y mantienen la enfermedad, cualquiera sea su nombre o manifestación.
El estomago es, pues, la oficina del cuerpo donde se fragua la salud y la vida, según la frase del inmortal Cervantes.Fuente: libro la medicina natural al alcance de todos de Lezaeta Acharan.
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