Esta es una reflexión que todos nos
hemos hecho en algún momento u otro de nuestra carrera profesional. La voluntad
por hacer bien nuestro trabajo nos lleva a veces a descuidar detalles de
nuestra salud que pasan a ser secundarios. En otras ocasiones, el mismo ritmo
de trabajo de la propia empresa provoca que no seamos conscientes del paso del
tiempo y de las propias necesidades de nuestro organismo.
El agua en la oficina debería estar
siempre presente, pues es el pilar principal de nuestra hidratación diaria.
También influirán otros aspectos como la alimentación que llevemos en nuestro
día a día y el control que ejerzamos sobre nuestra dieta.
En empresas pequeñas, ya sean micropymes o proyectos como autónomo, el tiempo es un lujo que
no podemos desaprovechar para la viabilidad del negocio, es por ello que
necesidades básicas como la hidratación o mantener una dieta equilibrada se
convierten en un pequeño lujo.
“¿Cómo vamos a pensar en beber agua
cuando nuestro negocio depende del momento a momento? Cuando no es una reunión
es un email, y si no una visita comercial o un análisis de ventas del último
mes”
*Imagen: www.adelgazarysalud.com
En el caso de que trabajes en una empresa más asentada o de mayor
tamaño, las posibilidades para beber agua en la oficina son múltiples y
todas ellas efectivas si acabamos el día habiendo consumido valores cercanos a
los recomendables. En esta línea, existen fuentes de agua gratuita o máquinas
de vending que ponen a nuestra disposición agua a precios económicos. Incluso
existen empresas que compran agua en botellines transportables y gratuitos para
sus empleados. Esta vía es menos sostenible para el medio ambiente, pero para
algún perfil concreto de trabajadores que requieran de unas mayores necesidades
de desplazamiento como un equipo comercial puede ser una excelente alternativa.
Al final, lo que debemos buscar
nosotros como empleados y la empresa como gestora de nuestro valor intelectual,
es que demos de nosotros el máximo
posible y aportemos un valor añadido tal que justifique nuestra
contratación. Para ello debemos contar con todas las armas que estén a nuestro
alcance, por lo que mermar nuestras condiciones físicas e intelectuales con una
hidratación pobre o desequilibrada, así como con una alimentación no
controlada, puede ser una pésima inversión tanto para nuestro futuro como el de
la empresa.
Sobre el autor:
Roger Llorens, licenciado
en Administración y Dirección de empresas por la Universidad Autònoma de
Barcelona, completando sus estudios en la Linnaeus University de Suecia.
Especializado en Marketing Online desde 2008, ha trabajado como diseñador de
proyectos de posicionamiento web (SEO y Marketing de Contenidos), campañas en
redes sociales para empresas y pymes (SMO – SMM) y estrategia online
corporativa y comunicativa para varias empresas y startups
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